Templo de nave única, que se adosa al convento franciscano del mismo nombre, construido, al Este de la ciudad, entre 1579 y 1583 bajo el patrocinio de Rodrigo del Águila, mayordomo de la emperatriz Doña María. Siguiendo los cánones herrerianos, resulta de gran severidad.
Debido a las crisis sucesivas y a la austeridad de la orden, la ornamentación de la iglesia no quedará concluida hasta mediados del S.XVIII.
En 1957 se amplía la iglesia primitiva, dotándola del crucero actual. En 1977 se derriba el inicial convento, construyéndose el actual.