Jardín de Sefarad
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La presencia judía en Ávila se remonta a los primeros repobladores del S. XI, en convivencia con cristianos y musulmanes, en la parte oriental de las murallas, al lado de la catedral y del Mercado grande. En el siglo XIV, siguiendo el movimiento expansivo de la población hacia el Oeste, se concentran en torno a la Plaza del Mercado Chico. En el XV se desplazan hacia la calle santo Domingo, hasta ser relegados en la última decada de su presencia en nuestro pais, en la parte más occidental del perímetro murado, quedando delimitado una zona de judería alrededor de la Puerta de la Malaventura y calle Telares.
En los años previos a la expulsión, durante el reinado de los Reyes Católicos, la aljama de Ávila es la más numerosa de la Corona de Castilla. Numerosas sinagogas compartían el espacio urbano con mezquitas y templos cristianos, y las antiguas Tenerias del Arrabal de San Segundo, complejo artesanal dedicado al curtido de las pieles, son testigo de la actividad industrial de la comunidad hebrea
Ávila fue un foco de vida intelectual y espiritual, donde floreció una importante escuela talmúdica. Aquí residieron Moséh de León, autor del Sefer ha-Zohar o Libro del Esplendor y Nissim ben Abraham, más conocido como el profeta de Ávila, autor del libro de las maravillas de la sabiduría.
Cementerio Judío
En estos terrenos situados tras el convento de la Encarnación, los trabajos arqueológicos realizasdos en 2012, con motivo de las obras del Colector Norte II, sacaron a la luz un importante número de estructuras funerarias. Estas pertenecen a la necrópolis de la aljama judía, cuya comunidad enterró a sus muertos en este espacio durante al menos los siglos XII-XV.
El ritual funerario utilizado es la inhumación, con tumbas en hileras, orientadas O-E, dirigidos al sol en el momento de su salida; en un único nivel de enterramiento sobre granito descompuesto o “jabre”, tierra estéril, de acuerdo con los preceptos hebreos. Se han identificado dos tipos de tumbas : escalonadas, caracterizadas por presentar un escalón, normalmente en sus frentes norte y sur, y tumbas excavadas en fosa simple. Las tumbas contaron con algún tipo de señalización al exterior, ausentes en el momento de la excavación, como consecuencia del desmantelamiento del cementerio tras el Decreto de Expulsión (1492)
Jardín de Sefarad
El Jardín de Sefarad es un paisaje de la conmemoración, que se construye en relación a la ciudad antigua, a la vista de las murallas, en el diálogo con ellas. Un paisaje de la ausencia que visualiza un complejo juego de superposiciones temporales: el tiempo medieval del cementerio original, el tiempo posterior como paisaje de la desaparición y el tiempo actual recobrado. En el centro de jardines eleva un túmulo funerario en el que se depositaron los restos extraídos de las tumbas excavadas. El resto del jardín evoca, mediante losas y estelas de granito, el paisaje del antiguo cementerio. En diferentes puntos del jardín, incluidos los dos miradores, aparece el texto Ávila-Sefarad en hebreo